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Escenarios de película: Túnez y Star Wars

Para todos los fans de Star Wars: ¡paciencia! ¡ya no queda nada! en pocos días podremos ver en la gran pantalla el episodio VII: El despertar de la fuerza.

Parece ser que este último episodio, primero de una nueva trilogía, último de la saga por ahora, ha sido rodado en Islandia, Irlanda y Emiratos Árabes Unidos. Pero, si volvemos atrás en la historia intergaláctica, ¿sabías que todas las siguientes localizaciones están rodadas en Túnez y las puedes visitar? Por algún motivo, el sur de Túnez cautivó a George Lucas y le inspiró para recrear todos estos lugares. Antes de nada, aclarar que el planeta Tatooine adquiere su nombre del pueblo tunecino de Tataouine aunque ninguna escena haya sido rodada justamente ahí. Ahora sí, vamos con los lugares de Túnez y Star Wars.

Mos Espa

Mos Espa es el astropuerto del desértico planeta Tatooine. Es en este planeta del Borde Exterior del universo que nace y vive sus primeros años Anakin como esclavo junto a su madre y posteriormente en este planeta también crecerá su hijo Luke. En realidad está rodado en medio de las arenas del desierto a unos kilómetros de Tozeur. Aquí fue construído de la nada Mos Espa y hoy en día puedes visitar los restos de los decorados de todo el pueblo: las puertas de Mos Espa, el arena para carreras de pods, la galería y las calles de Mos Espa con la tienda del esclavista Watto, el mercado y el Café Sebulba. A pocos cientos de metros, en Chott El-Gharsa se encuentran unos impresionantes yardangs donde se rodó el duelo Jedi entre Qui-Gonn y Darth Maul en el episodio I: La amenaza fantasma.

Casa de Anakin Skywalker

En el episodio I, fue en el pueblo de Haddada y en la ciudad de Medenine donde grabaron las escenas donde el joven Anakin «Ani» todavía vive con su madre, ambos esclavos del chatarrero Watto.

Las curiosas estructuras que pueden verse se llaman «ghorfas» y son una especie de graneros del siglo XVII que servían también como viviendas de las tribus nómadas beréberes. Se construían yuxtapuestas, de cinco pisos de altura, estrechas, profundas y abovedadas. En conjunto formaban los «ksars» o los castillos del desierto de Medenine y Haddada. Hoy en día están abandonados y abiertos al turista pero antiguamente servían para guardar el grano, como refugio en épocas de guerra y como mercado en tiempos de paz.

El lugar fue conocido después como Skywalker Alley.

Granja de los Lars (exterior)

Al final del episodio III: la venganza de los Sith el joven Obi-Wan Kenobi entrega el pequeño Luke, hijo de Anakin y Padme, a Owen Lars. Fue su padre el granjero Cliegg Lars el que liberó a la madre de Anakin de la esclavitud y se casó con ella por segundas nupcias. El entorno tan particular está rodado en la zona del gran lago salado de Chott el Djerid. El iglú del año 1976 fue reconstruido en el mismo lugar en el año 2000 para grabar el episodio II: El ataque de los clones. Es allí donde vive Luke de niño al inicio del episodio IV: Una nueva esperanza.

Granja de los Lars (interior)

El interior de la casa está rodado en Matmata, en lo que antiguamente fueron viviendas bajo tierra para los beréberes que excavaban la arena arcillosa buscando temperaturas más agradables y constantes. Hoy en día es un hotel troglodita, Sidi Driss. Este hotel dispone de 5 patios y uno de ellos, el  patio Star Wars, es el que se utilizó para escenificar el comedor, la cocina y el patio de los Lars, los padres adoptivos de Luke Skywalker.

Cantina de Mos Eisley

Los restos de la mítica cantina de Mos Eisley, en el planeta Tattoine, se encuentran en la isla de Djerba, en la ciudad de Ajim. Todos recordamos este bar donde se juntan extravagantes personajes extraterrestres. Contrabandistas, desertores y cazarrecompensas, beben al ritmo de Modal Nodes. Entre ellos Han Solo acompañado de su copiloto Chewbacca, es aqui donde conoce a Obi-Wan Kenobi y Luke Skywalker en el episodio IV: Una nueva esperanza.

En esta zona también se rodaron la escena del control por parte de los soldados imperiales y el despegue del Halcón Milenario.

Cabaña de Ben Kenobi

Se encuentra también en la isla de Djerba; hoy en día es utilizada como almacén por los pescadores.

Barranco

El «Star Wars Canyon» es el famoso barranco que aparece en los episodios I y IV, lugar donde viven los tusken o moradores de la arenas de Tattoine. Es aquí donde Luke es atacado por los tusken y conoce a Obi-Wan Kenobi por primera vez. Es este punto también donde los jawas tienen aparcado su Sandcrawler (reptador de las arenas) y a donde transportan a R2-D2 y C-3PO para repararlos y venderlos. Justo a la salida del desfiladero es donde los Stormtroopers imperiales atacan y masacran a los jawas. En realidad se encuentra a unos cuarenta kilómetros de Nefta, cerca del pueblo de Dakas. La mezquita de Sidi Bouhlel señala la entrada al cañón.

Como hemos dicho, es posible visitar todos los escenarios arriba mencionados. Lo habitual es volar a Túnez capital y desde allí dirigirse al sur en autobús o coche de alquiler. También es posible volar a la isla de Djerba que está mucho más cerca de todos estos lugares. Os recomendamos alojaros en la ciudad de Douz, que se encuentra cerca de todos ellos. Es una pequeña ciudad conocida como «la puerta del desierto». Dispone de grandes hoteles y también de hostels, es pequeña y manejable y su gente muy amable y acogedora. Además de conocer las localizaciones cinematográficas, podréis visitar el Souk, su agradable mercado; pasear por uno de los mayores oasis de palmeras datileras del país; hacer una pequeña salida al Sahara en dromedario; o si viajáis a finales de diciembre, no podéis perderos el Festival Internacional del Sahara. Ya os contaremos nuestra experiencia en el festival en otro post.

Escenarios de película: Barcelona

Barcelona es una ciudad apasionante. No nos cansamos de recorrerla y descubrir los secretos que sigue guardándonos. Cierto es que según qué lugares es difícil visitarlos en soledad, cada vez está más abarrotada de turistas; pero compartámosla y centrémonos en disfrutarla.

La puedes mirar con diferentes ojos, pero la mires desde donde la mires, sorprende. Hoy os proponemos mirarla desde un punto de vista cinematográfico. En sus calles han transcurrido muchas historias de ficción que se han trasladado a la gran pantalla. Aquí recorreremos algunas de las más conocidas. Escenarios de película: Barcelona.

El reportero («Professione: reporter»). Podemos ver a un joven Jack Nicholson recorriendo Las Ramblas para el aclamado director Michelangelo Antonioni. Thriller sobre un reportero investigando la corrupción en África, propone una reflexión al espectador sobre la soledad y la huída de uno mismo.

 

«El embrujo de Shangai» de Fernando Trueba, adaptación de la novela de Juan Marsé, nos da la oportunidad de sumergirnos en la posguerra española en Barcelona a través de los ojos de unos niños. Éstos, guiados por los cuentos de un amigo, imaginan un Shanghai idílico.

 

«Salvador Puig Antich» de Manuel Huerga. Avanzamos unos años en la historia para situarnos en el franquismo. Una versión de lo que fue la vida y muerte de Salvador Puig Antich anarquista y antifascista barcelonés que fue ejecutado en la vigente cárcel la Modelo.

 

«Barcelona»de Whit Stillman ofrece un retrato de la Barcelona postolímpica desde el punto de vista de dos yankis algo neuróticos. Cine indie que gustará a los nostálgicos.

 

«Todo sobre mi madre», ganadora en 1999 tanto del Óscar como del Globo de Oro, es una de las mejores películas de Pedro Almodóvar, curiosamente la primera en la que el director abandonó Madrid para rodar enteramente en Barcelona.

 

«En construcción» de José Luis Guerín, ganadora del Goya a la mejor película documental en 2001, describe a la perfección la transformación del barrio del Raval mediante las historias cotidianas y realistas de sus personajes.

 

Una casa de locos («L’auberge espagnole»). Cómo no, Barcelona es el paraíso para los Erasmus y podemos ver un ejemplo de su día a día en este film del francés Cédric Klapisch.

 

«En la ciudad»Cesc Gay nos presenta una Barcelona que puede resultar algo gris, así como sus personajes. En cualquier grupo de amigos pueden ocultarse secretos difíciles de confesar.

 

El perfume («Perfume: The Story of a Murderer») película franco-alemana del director Tom Tykwer basada en el best-seller de Patrick Süskind, sorprendentemente fue filmada entre Croacia y Catalunya. Barcelona, tan versátil, fue convertida durante el rodaje en la ciudad de París. El impactante mercado de pescado se situó en el barrio Gótico en la plaça de la Mercè, la tienda de perfumes en la plaça Reial, la mansión de la familia Richis en el Laberint d’Horta y la gran orgía fue filmada en el Poble Espanyol.

 

«Vicky Cristina Barcelona». Woody Allen recorre los lugares más emblemáticos de Barcelona a través de unas mujeres locas por Javier Bardem.

 

«Biutiful» de Alejandro González Iñarritu. Rodada entre Barcelona, Badalona y Santa Coloma, otra vez Javier Bardem protagoniza esta vez un film crudo y realista que muestra la Barcelona que no aparece en las guías turísticas.

 

Alejándonos todavía un poco más de la realidad, pero no por eso menos conmovedoras, en Barcelona se han rodado estupendas películas de cine fantástico y de terror.

El catalán Jaume Balagueró filmó en 1999 su ópera prima,  «Los sin nombre» en un hotel abandonado de la Ametlla del Vallès.

 

Años más tarde, en 2007, Balagueró junto con Paco Plaza reconvirtieron una finca del Eixample, en Rambla Catalunya 34 para ser más exactos, en el edificio de pesadilla de«Rec», primera de la aclamada saga.

 

El mismo año, en 2007, el mundialmente aplaudido barcelonés Juan Antonio Bayona hizo realidad su ópera prima «El orfanato». Los exteriores se rodaron en Llanes (Asturias) pero más del 80% de la película se filmó en Barcelona, en unos inmensos decorados de más de mil metros cuadrados que ocuparon completamente una enorme nave industrial. Allí se recrearon todas las estancias del orfanato así como la gran mayoría de interiores que aparecen a lo largo de la historia.

 

En 2011, otra vez en solitario, Balagueró filmó «Mientras duermes» en Barcelona, casualmente en otro edificio del Eixample. Un Luis Tosar conmovedor  mantiene el suspense de principio a fin de la película.

 

Faust: La venganza está en la sangre.»Faust: Love of the damned». Es curioso que Brian Yuzna rodara en Barcelona este film cuya trama original se sitúa enteramente en New York. De temática demoníaca ambientada con música heavy, es una película de serie B que no está dirigida para todos los públicos.

 

«Eva». El joven Kike Maíllo ganó en 2002 el Goya al mejor director Novel gracias a esta película futurista que gira en torno a la inteligencia artificial y a las emociones que ésta puede provocar. Rodada en dos idiomas, catalán y castellano, la mayor parte de la trama sucede en una acogedora casa entre montañas nevadas en Suiza. Los interiores de la casa y el laboratorio del protagonista Daniel Brül, sí que fueron rodados en Barcelona.

 

«Los últimos días» escrita y dirigida por los hermanos Alex y David Pastor nos muestra una Barcelona post-apocalíptica en la que reina el caos tras la propagación de un virus que causa pánico entre los infectados. Aunque no muy aclamada por la crítica ni el público, la visión de esta otra Barcelona resulta sorprendente.

Como amantes del cine fantástico y de terror que somos, y a las puertas del Sitges 2015, 48 Festival Internacional de Cinema Fantástic de Catalunya, os animamos a ver estos días alguna de las películas del último grupo.

Escenarios de película: Petra

Hace ilusión cuando viajas y te encuentras dentro de escenarios que han aparecido en películas que has visto. En este mundo interminable hay lugares muy especiales y de extraordinaria belleza, que inevitablemente no pasan desapercibidos tampoco para los cineastas. Vamos a hablar sobre Petra.

No se conoce en realidad cuando fue construida Petra pero fueron los árabes nabateos los que la convirtieron en capital de su imperio y la hicieron prosperar sobre el siglo I a.C. aprovechando su situación estratégica en el paso de caravanas de incienso, mirra y especias entre Arabia, Egipto, Siria y el sur del Mediterráneo.

Inscrita en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1985 y considerada una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno desde 2007, la ciudad rosa del desierto, fue dada a conocer en el mundo entero en 1989 gracias a la superproducción de Steven Spielberg «Indiana Jones y la última cruzada». Todos recordamos a Indy a caballo, acompañado por su padre cinematográfico Sean Connery adentrándose por el estrecho cañón de piedra, el Siq, hasta llegar a la explanada en la que se abre la impresionante fachada de El Tesoro, templo ficticio en el que ellos anhelan encontrar el valioso Santo Grial. Desde entonces, miles de turistas cada día, intentan emular a Harrison Ford, descubriendo con sus propios ojos la joya excavada en piedra de Jordania.

¿Sabías que en Petra se han rodado también «Queen of the desert», «Transformers: la venganza de los caídos», «El regreso de la momia» y «Samsara»; o que gran parte de la película de «Indiana Jones y la última cruzada» se rodó en Almería?

Pero volviendo a la época de los nabateos, 236km al sur de Amman la capital de Jordania, entre el Mar Rojo y el Mar Muerto, a 1000 metros sobre el mar aproximadamente, en un valle de la región montañosa de Edom, al este del valle de Arabah, las caravanas transportaban mercancías entre Asia y Europa. Petra fue posteriormente anexionada al imperio romano y continuó prosperando, hasta que sobre el siglo VI d.C., como consecuencia de cambios en las rutas comerciales y varios terremotos, los habitantes de Petra tuvieron que abandonar la ciudad y ésta fue olvidada, dejó de existir durante siglos excepto para unos pocos beduinos que se quedaron en el lugar, los Bedul.

En 1812 el arqueólogo suizo Johann Ludwig Burckhardt redescubrió este maravilloso lugar. Desde entonces, los trabajos de campo han ido sacando a la luz imponentes templos, tumbas, el teatro, las calles, mercados, canalizaciones de agua… que los turistas podemos visitar hoy en día.

Nosotros viajamos a Jordania en octubre, un par de semanas y reservamos tres días enteros únicamente para Petra. No nos arrepentimos para nada. Pudimos recorrer la ciudad arqueológica a nuestras anchas y disfrutar tranquilamente de los paisajes. Pero lo que realmente nos sorprendió y marcó en este viaje, fue conocer a varios beduinos locales, los Bedul. Ya hablaremos de ellos más adelante. Sólo deciros que los reconoceréis rápido cuando veáis a decenas de metros de altura una silueta encaramada sobre un monumento o niños solitarios descalzos entre las rocas.